martes, 3 de noviembre de 2015

El Poder de las Decisiones.

Las decisiones suponen un aspecto fundamental a la hora de lograr los objetivos y deseos marcados, y en definitiva, lograr el éxito que perseguimos. Nuestras decisiones configuran nuestra vida y nuestras posibilidades; todo aquello que sucede en nuestra vida, tanto lo que nos entusiasma como las cosas que nos plantean un desafío, empiezan con una decisión. Utilizar el poder de la decisión nos proporciona la capacidad para arrollar cualquier excusa que se interponga en el camino, de cambiar todos los ámbitos de nuestra vida en un instante. Una decisión puede determinar nuestra felicidad o tristeza, frustración o excitación, estar esclavizado por las circunstancias o por el contrario, poseer la capacidad para expresar nuestra libertad de manera genuina.
Existen seis potentes claves para aprovechar el poder de la decisión,las cuales configuran nuestra experiencia de la vida en cada momento:
1. Recordar el verdadero poder de la toma de decisiones.
Se trata de una herramienta que podemos utilizar en cualquier momento para cambiar toda nuestra vida. En el instante que tomamos una nueva decisión, ponemos en marcha una nueva causa, efecto, dirección y destino en nuestra vida; está empieza literalmente a cambiar. Si empezamos a sentirnos abrumados, o tenemos la impresión de no disponer de alternativa, podemos cambiar si nos detenemos a pensar de manera coherente con respecto a nuestro objetivo, y decidir la mejor opción posible. Debemos recordar que una verdadera decisión se mide por el hecho de haber emprendido una nueva acción. Si no hay acción, quiere decir que no hemos decidido realmente.
2. Un verdadero compromiso supone una verdadera decisión.
A menudo, poner en práctica la decisión resulta más fácil que tomarla, tenemos que tomar las decisiones de manera inteligente y hacerlo con rapidez. No hay que dar continuamente vueltas sobre cómo lo haremos o si seremos capaces de hacerlo. Las personas que alcanzan más éxito son aquellas que toman sus decisiones con rapidez, porque tienen claro cuáles son sus valores y que desean realmente para sus vidas. Las personas que fracasan suelen tomar decisiones con lentitud y cambian de opinión con rapidez, en un continuo proceso de retroceso y avance. ¡Simplemente tenemos que decidir!
3. Tomar decisiones a menudo.
Cuantas más decisiones tomemos, más fácil nos será acometerlas. Los músculos se fortalecen con el uso, y lo mismo sucede con el fortalecimiento de la toma de decisiones. Podemos empezar ahora mismo tomando algunas decisiones que hayamos estado posponiendo. Nos parecerá increíble la energía y la animación que esto puede introducir en nuestras vidas.
4. Aprender de las decisiones.
No hay forma de evitarlo. Habrá ocasiones en que nos sintamos derrotados, no importa lo que hagamos. Y cuando suceda lo inevitable, en lugar de dejarnos caer al suelo, aprendamos algo. Preguntémonos: “¿Qué hay de bueno en esto? ¿Qué puedo aprender de esto?” Este “fracaso” puede ser un don increíble de forma disfrazada, si somos capaces de tomar mejores decisiones en el futuro. En lugar de enfocar la acción sobre los reveses a corto plazo, elijamos aprender las lecciones que pueden ahorrarnos tiempo, dinero o dolor, y que nos proporcionarán la habilidad para tener éxito en el futuro.
5. Mantener el compromiso en las decisiones pero con una actitud flexible.
Una vez que hayamos decidido quiénes queremos ser como personas, no nos quedemos atascados en los medios para conseguirlo. Lo que nosotros perseguimos es el FIN. Al decidir lo que deseamos para nuestras vidas, con frecuencia elegimos el mejor camino que conocemos en ese momento, pero no permanecemos abiertos a la posibilidad de que existan rutas alternativas al fin que buscamos. Adoptamos aproximaciones rígidas. Cultivemos el arte de la flexibilidad.
6. Disfrutar en la toma de decisiones.
Debemos saber que una decisión que tomemos puede cambiar en cualquier momento el curso de nuestra vida para siempre. La siguiente llamada telefónica que podamos hacer o recibir, la próxima película que veamos o el siguiente libro que leamos pueden ser lo que abra las compuertas y produzcan que se ajusten en su lugar correspondiente todas aquellas cosas que habíamos estado esperando. Si queremos que nuestras vidas sean apasionadas, necesitamos vivir con esta actitud de expectación.
¿Cuál es la enseñanza que podemos extraer de todo esto?
Saber que son nuestras decisiones, y no nuestras circunstancias las que determinan nuestro destino. Que una decisión verdaderamente comprometida es la fuerza que cambia nuestras vidas. Se trata de un poder que tenemos todos a nuestra disposición en cualquier momento, siempre y cuando decidamos utilizarlo. Cuando hayamos decidido no permitir que nuestra vida se vea configurada por las circunstancias, sino sólo por nuestras propias decisiones, en ese preciso instante, nuestras vidas habrán cambiado para siempre y estaremos capacitados para hacernos cargo del control de nuestra existencia.
Por Andres Cuevas Mesa.


El Poder de las Decisiones. MOTIVACIÓN. JDR Coaching https://youtu.be/meZr9F1x1Ik

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