La calidad de nuestras vidas la determina la calidad de nuestro pensamiento.
La
calidad de nuestro pensamiento, a su vez, la determina la calidad de nuestras
preguntas, ya que las preguntas son la maquinaria, la fuerza que impulsa el
pensamiento. Sin las preguntas, no tenemos sobre qué pensar. Sin las preguntas
esenciales, muchas veces no logramos enfocar nuestro pensar en lo significativo y
sustancial.
Cuando hacemos preguntas esenciales, tratamos con lo que es necesario, relevante e
indispensable al asunto que tenemos ante nosotros. Reconocemos lo que está en la
esencia de la materia. Nuestro pensamiento está firme y disciplinado. Estamos
preparados para aprender. Estamos intelectualmente capaces de encontrar nuestro
camino.
The Art of Asking Essential Questions.
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